Las nuevas tecnologías facilitan la recopilación de grandes cantidades de datos de todo tipo que, tratados y analizados de forma adecuada, permiten tomar decisiones estratégicas que aseguren el éxito de las empresas.
Hablamos del Business Intelligence, del Big Data, y de la ventaja competitiva que supone el desarrollo de un correcto plan de recopilación, tratamiento y análisis de datos.
El diseño, desarrollo e implementación de un correcto plan de Business Intelligence no está restringido únicamente a las grandes empresas o corporaciones; realmente es más bien al contrario, ya que una buena gestión del Big Data y de las herramientas, técnicas y posibilidades del Business Intelligence, suponen una gran ventaja para las pequeñas y medianas empresas, que pueden así focalizar sus esfuerzos en aquellas acciones de gestión o de marketing que les vayan a suponer un beneficio real.
La información pueden extraerse directamente del mercado y de su evolución, de las previsiones de expertos, de organismos públicos y privados, de competidores, de clientes… toda esta información debe ser revisada, organizada y estructurada de forma eficiente según su relevancia para facilitar que los responsables de las empresas puedan determinar tanto los objetivos empresariales como las mejores estrategias o acciones para lograrlos.
Además, se incorporan los datos históricos de la empresa, lo que ofrece una visión global, real y detallada de la misma que supone un punto de partida importantísimo para una correcta gestión y desarrollo de objetivos y ventajas a medio y largo plazo.
Las herramientas de Business Intelligence y Big Data facilitan la interpretación de datos de una forma eficiente y rápida, ya que los datos se organizan automáticamente y pueden filtrarse según su naturaleza y según las necesidades de información en cada momento. Se trata de datos que pueden estar vinculados a la gestión económica de la empresa, otros relacionados con los coste de producción de los productos y servicios ofrecidos, inversiones, etc … lo que facilita notablemente la detección de posibles desviaciones sobre los objetivos marcados así como el diseño e implantación de posibles acciones correctivas.
La meta es aumentar la rentabilidad de las empresas creando ventajas competitivas a medio y largo plazo, que las diferencien de la competencia y que las hagan atractivas para los usuarios y consumidores. Para ello es necesario controlar en todo momento, y de una forma realmente sencilla, todos los departamentos de la empresa, estableciendo nuevas estrategias de desarrollo de productos y servicios, gestionando eficientemente todos los recursos disponibles e implementando correcciones donde pudiera ser necesario.
En MPC Group implementamos herramientas y tecnologías de última generación que nos ayudan a ofrecer a nuestros clientes productos y servicios de máxima calidad.